Fuente:Cinemanía (Yago García)
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'Terminator 2', 'Apocalypse Now', 'Acorralado'... Las películas que llegaron a los cines con una conclusión diferente a la prevista por sus autores son legión.
Cuando conciben una película, y salvo excepciones, un director y un guionista suelen tener claro cómo comienza la historia y, lo más importante, cómo va a terminar. Pero, claro, estamos hablando de cine: considerar que estos planes van a llegar a buen puerto es pecar de optimismo. A veces por razones creativas (básicamente, que el cineasta de turno cambia de opinión en el último momento) y a veces por razones comerciales (los finales felices venden, qué le vamos a hacer), son muchos los filmes que acaban proyectándose con una conclusión bien diferente a la original. En ocasiones, todo se arregla con un montaje del director que devuelve las cosas a su cauce, pero lo más frecuente es que dicho colofón acabe relegado a los extras del dvd en forma de final alternativo, y eso si hay suerte. ¿Quieres ver algunos ejemplos? Aquí los tienes, cortesía de CINEMANÍA..
El ejército de las tinieblas (1992)
El final que pudimos ver: Nuestro querido Ash (Bruce Campbell) escapa de la Edad Media usando un somnífero mágico. Tras una larga siesta, se despierta en el siglo XX, se reincorpora a su trabajo en los grandes almacenes y sigue matando zombies.
El final alternativo: Tan torpe como de costumbre, Ash se pasa con la dosis de poción y despierta en un futuro postapocalíptico.
¿Cuál hubiese molado más? Si Sam Raimi hubiese respetado su primera conclusión para la película, podríamos haber tenido una cuarta entrega con Ash en el futuro. Pero nos hubiéramos quedado sin una última escena memorable y sin aquello de "¡Dios salve al rey, nena!".
Terminator II (1991)
El final que pudimos ver: Una vez eliminada (o eso cree ella) la amenaza de Skynet, Sarah Connor reflexiona en
off sobre el paso del tiempo, el destino y todas esas cosas, sobre el plano de una carretera en penumbra. Muy simbólico todo.
El final alternativo: Avanzamos un lustro para encontrarnos con una Sarah, ya ancianita, que graba su útlima cinta mientras ve a su hijo John y a su nietecita jugar en un parque. El mismo parque que acababa reducido a cenizas radiactivas en su sueño inicial. Más simbólico aún.
¿Cuál hubiese molado más? Con buen tino estético, James Cameron eliminó el epílogo de Sarah en el parque considerándolo cursi. Pero, de haber llegado este a los cines, la cronología de la saga se hubiese cerrado, y el mundo se hubiese librado de Terminator 3.
Rambo II (1982)
El final que pudimos ver: Tras haber sembrado el terror entre los policías de un pueblecito (culpa de ellos, por tratarle a patadas), el veterano de Vietnam John Rambo (Sylvester Stallone) se rinde a su superior el coronel Trautman (Richard Crenna).
El final alternativo: Consciente de que sólo sabe matar, comer cosas que harían vomitar a una cabra y gritar lo de "¡No siento las piernas!", Rambo hace que Trautman le mate misericordiosamente.
¿Cuál hubiese molado más? Si consideras que Rambo y Rambo III eran bazofia, el final original gana por goleada. Ahora bien, si eres adicto a los clásicos de videoclub ochentero, agradecerás que Stallone le ganase la partida a los guionistas, exigiendo la supervivencia del personaje. Por otra parte, John Rambo estaba bastante bien...
Clerks (1994)
El final que pudimos ver: Tras una larga jornada de curro en la que ni siquiera le tocaba venir, Dante (Bill O'Halloran) se reconcilia con su novia y su impresentable compañero de trabajo Randall. Los amigos salen de la tienda y ponen, de una maldita vez, el cartel de "cerrado".
El final alternativo: Tras su última bronca con Randall, Dante se queda en la tienda para hacer caja, lo cual le condena a morir bajo los disparos a sangre fría de un atracador. Lo más cruel de todo: un cliente (interpretado por Kevin Smith) se cuela en el local y aprovecha la situación para robar un paquete de tabaco.
¿Cuál hubiese molado más? Aunque el final de Clerks que llegó a los cines pega más con el tono jocoso de la película, la conclusión original hubiera dejado al público boquiabierto. Y, lo más importante, hubiese privado al director de una excusa para rodar Clerks 2.
Apocalypse Now (1979)
El final que pudimos ver: El psicótico capitán Willard (Martin Sheen) culmina su misión matando a machetazos al aún más psicótico coronel Kurtz (Marlon Brando). Tras el trabajito, y tras la rendición de los sicarios de Kurtz, él y el último superviviente de su comando se van en su lancha. ¿A dónde?
El final alternativo: Habiendo matado a Kurtz, Willard se sienta frente al escritorio del fallecido guerrillero y mira sus papeles con gesto meditativo. ¿Habrá decidido asumir su puesto?
¿Cuál hubiese molado más? Tratándose de una película tan delirante como Apocalypse Now, reducirlo todo a un simple cambio de escenas no basta, claro. Coppola no sólo decidió cambiar la conclusión de la historia después de proyectar la cinta (inacabada) en el festival de Cannes, sino que también alteró los créditos finales un mínimo de tres veces: de imágenes del set de rodaje siendo demolido, a una pantalla en negro con sólo un aviso de copyright, a una pantalla en negro con créditos.
Atracción fatal (1987)
El final que pudimos ver: Totalmente desmelenada, Alex (Glenn Close) irrumpe en casa de su amante Michael Douglas para matarle a cuchilladas. Todo se pone un poquito
slasher hasta que la esposa traicionada (Anne Archer) acaba con la pecadora a tiros.
El final alternativo: A los sones de Madama Butterfly, Alex se degüella a sí misma, para que así parezca que el respetable Douglas la ha asesinado. Por si esto fuese poco, envía una nota de suicidio (en cinta de cassette) a casa de él, la cual es descubierta por la esposa cornuda.
¿Cuál hubiese molado más? Atracción fatal fue víctima de esa tendencia tan ochentera de acabar con los finales trágicos que afectó también a Blade Runner y Brazil. A nosotros nos gusta más esta conclusión, más que nada porque el protagonista de la película se porta como un cerdo.
La tienda de los horrores (1986)
El final que pudimos ver: Habiéndose pasado la película alimentando con cadáveres frescos a Audrey II, su planta carnívora alienígena, el florista Seymour (Rick Moranis) se redime haciendo estallar la tienda del título. El héroe sobrevive, y se casa con su chica.
El final alternativo: La maligna Audrey II no sólo devora a Seymour y a su chica, sino que se convierte en la última moda entre los aficionados a la flora exótica. De este modo, el vegetal y sus esquejes acaban conquistando EE UU, y echando raíces en la Estatua de la Libertad.
¿Cuál hubiese molado más? Mejor se lo preguntamos a Moranis, al compositor Howard Ashman y al director Frank Oz, quienes acabaron mal con el estudio cuando éste decidió, a última hora y tras los preestrenos de rigor, rodar un final feliz para que el público saliese contento de la sala.
Soy leyenda (2007)
El final que pudimos ver: El científico Neville (Will Smith) se suicida heroicamente para que los vampiros-zombies que asolan la Tierra no destruyan su vacuna. ¿Muy típico? Pues sí.
El final alternativo: Durante el obligatorio clímax de acción, Neville y su protegida
Alice Braga descubren que las putrefactas criaturas también son capaces de amar y todo eso, así que deciden dejarlas en paz y buscarse la vida en otra parte.
¿Cuál hubiese molado más? Para ilustrar el concepto "película arruinada por un final postizo", Soy leyenda nos vendría al pelo. El colofón que no pudimos ver resulta mucho más emocionante, y le guarda un mínimo de respeto al tristísimo libro original de Richard Matheson.
28 días después (2002)
El final que pudimos ver: Tras pasarse la película huyendo de los infectados por el virus de la ira, Cillian Murphy, Naomie Harris y Megan Burns viven apaciblemente en el campo mientras los no-muertos se mueren de hambre. El trío no parece tener mucha prisa en ser rescatado, la verdad.
El final alternativo: Tiroteado a traición por el mayor West (Christopher Eccleston), el personaje de Cillian Murphy muere desangrado pese a los esfuerzos de sus compañeras.
¿Cuál hubiese molado más? El director Danny Boyle y el guionista Alex Garland añadieron el final estrenado después de la típica reacción negativa en los preestrenos. Según afirman, consideran que esta conclusión es la "auténtica", y la incluyeron como escena sorpresa tras los créditos finales. Ahora bien: tampoco debían tenerlo demasiado claro, porque los extras en el DVD incluyen otras tres escenas (bueno, dos escenas y un conjunto de storyboards).